Increíble pensar que el aire del interior de nuestro hogar puede estar mas contaminado que el exterior, pero es cierto. Algunas fuentes de contaminación son los restos de comidas, pinturas, barnices, polvo y gases, los materiales de construcción, las estufas de gas , estufas de leña, productos de limpieza, pesticidas, mohos, productos de higiene y cuidados personal ; mas todo lo que nos entra de la calle.
En invierno solemos mantener las casas con puertas y ventanas cerradas y al llegar la primavera con su carga de polen en el ambiente comienzan las alergias, estornudos y los problemas respiratorios.
Debemos procurarnos un aire muy limpio para poder mantener la salud física y mental, pensar con claridad y tener un sueño reparador.
Para que podamos tener una mejor calidad de aire en nuestro hogar, necesitamos seguir ciertos consejos.
Toma nota:
Debemos ventilar nuestra casa a diario abriendo las puertas y ventanas para crear una corriente que renueve el aire; con un mínimo de 10 a 15 minutos en la mañana temprano para eliminar la humedad generada en la noche.
Evitar pulverizar perfumes , desodorantes ambientales o colocar pulimentos de suelo, jabones y detergentes que arrojarían químicos al aire.
Utilizar limpiadores que sean ecológicos, naturales, como el bicarbonato, el vinagre y los aceites esenciales. Los limpiadores como el cloro y el amoniaco contienen Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC) estos productos químicos se liberan como gases siendo muy dañinos para la salud. Los VOC los encontramos también en pesticidas, fragancias sintéticas, perfumes, ropa, textiles, disolventes, vinilos, ect.
Si desea colocar alfombras , que sean de pelo corto y de ser posible que no vayan de pared a pared para evitar dar cobijo a ácaros.
Cocinar con la ventana abierta y el extractor encendido, así evitaremos el aumento del monóxido de carbono, de las partículas de alimentos que se queman y el vapor de estos alimentos al cocinarse. Mantener las ollas tapadas.
Limpie los filtros del horno, aire acondicionados, calefactores, y los purificadores con regularidad.
Quitar el polvo diariamente con un paño húmedo para que no se levante el polvo y lo respiremos o se vuelva a posar en los muebles.
No permitir que nadie fume dentro de nuestro hogar.
No utilizar ambientadores , velas hechas de cera o derivados del petróleo, preferiblemente las ceras de abeja o ambientadores caseros y naturales.
Al entrar en casa, dejar los zapatos afuera en la entrada, así no permitiremos la entrada de miles de gérmenes y bacterias que traemos pegados en ellos
Evitar la humedad en casa, especialmente en los baños. Si es necesario utilizaremos los deshumidificadores o aires acondicionados para evitar el moho.
Bañar regularmente a nuestras mascotas y mantenerlas muy limpias, con su pelo recortado, llevar un control de sus vacunas y pipetas antiparásitos , también muy limpio su lugar de descanso para evitar alérgenos. De ser posibles mantenerlos fuera de los dormitorios.
No hacer la cama apenas nos levantamos, ya que estaríamos proveyendo a los ácaros de un ¨hotel 5 estrellas¨para que estén arropaditos y proliferen. Estos diminutos arácnidos tienen su hogar perfecto entre las sábanas y colchas que están húmedas por el sudor que generamos cuando dormimos, el calor del ambiente y la poca ventilación; además se alimentan de las células muertas que desprendemos de nuestra piel.
Colocar plantas que filtran nuestro aire, lo purifican y proveen de oxígeno eliminando las toxinas del ambiente. además de embellecer y darnos alegría.Entre ellas tenemos la Dracaena, el Lirio de la Paz, Hiedra Inglesa, Palmera de Bambú, Lengua de Suegra, ect.
No pintar la casa, ni comprar muebles o alfombras sintéticas en invierno, ya que liberan toxinas como el formaldehído, el benceno, las acetonas, y el amoniaco. Mejor hacerlo en estaciones del año que permitan tener las ventanas abiertas.
Aspirar frecuentemente con una aspiradora que tenga filtro HEPA que atrapa en 99,97% las partículas que pasan por ellas como polvo y ácaros.